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6 de septiembre de 2012

Marsaskala y Marsaxlokk

     En la costa sud-este del país se encuentra Marsaskala, un pequeño pueblo costero, bañado por las aguas del Mediterráneo. Este lugar es conocido por sus abundantes salinas y por encontrarse en él la Torre de San Tomás, una de las cinco Torres Wignacourt que todavía se conservan en Malta.
     Estas fortificaciones, construidas por la Orden de San Juan, a diferencia de las Torres Lascaris o de las Torres de Redín, no eran simples atalayas de vigilancia sino, pequeñas fortalezas que protegían los tramos de costa más vulnerables del país.

 Iglesia Parroquial de Santa Ana.
 
Vistas desde el paseo.

Salinas.
 

Torre de San Tomás.
 
 
     Un poquito más al sur se encuentra Marsaxlokk, otro pequeño pueblo pesquero, colorido y con olor a antaño. Su muelle, concurrido de turistas y malteses todos los Domingos, al exponerse en él una amplísima variedad de pescado y marisco frescos, es uno de sus mayores atractivos.
 
 
Iglesia de Nuestra Señora de Pompei.



Puerto de Marsaxlokk.





 
     A las afueras de Marsaxlokk, se encuentra uno de los rincones más sobrecogedores que he descubierto en Malta, San Peter's Pool. Se trata de una hermosa piscina natural desconocida para todos aquellos que llegan a Malta con la única intención de hacer turismo.
     Aunque unos señores malteses a quienes preguntamos nos dijeron convencidos que este lugar se encontraba a menos de veinte minutos, lo cierto es que tardamos más de dos horas en llegar y lo hicimos como unos auténticos valientes: caminando a través de senderos de tierra, sintiendo el sol abrasador y sin una gota de agua.
      En aquellas condiciones y tras horas de marcha no llegamos a sospechar la impresionante sorpresa que nos esperaba al final de aquel camino que parecía conducir a ningún lugar.
 
 ¿Seguro que vamos bien por aquí?.
 

 
 La gran recompensa, St. Peter's Pool.
 
 
 



 
 
     Lo más característico de este lugar son los blancos acantilados que bordean esta hermosa piscina natural y aunque se han habilitado escalerillas para llegar hasta el agua, cualquier viajero que encuentre este precioso rincón, debería saltar desde ellos.
     Al colocarte en el borde de estos acantilados y mirar hacia abajo te invade una ligera sensación de inseguridad, sin embargo el agua, completamente transparente, te invita a saltar.
     Cuando yo me dispuse a hacerlo me di cuenta de que a mi lado había un chico mirando al igual que yo hacia abajo y que no se decidía a saltar. Me miró y sonrió nerviosamente. Intenté entonces animarle e indirectamente animarme a mí a saltar.
 
- "Come on boy, jump!".
- "You first!".
- "But you're a boy, you should do it first".
- "I know it, but you first. If you jump, I'll follow you, I promise!".
 
    Sin pensármelo demasiado me aparté del borde para coger un poco de carrerilla y me lancé al agua. La sensación que tuve mientras caía fue genial y debo admitir que chillé un poquitín. Él como había prometido, saltó detrás de mí.
 


 

     Y sentada en aquellas rocas blanquísimas, contemplando tan hermoso lugar vino a mi mente un fragmento del libro que leí justo antes de emprender este viaje: "Avancer lentement, à pied, est le meilleur instrument pour mesurer l'immensité du monde".

4 comentarios:

  1. impresionant San Peter's Pool. la millor platja que vaig veure i super tranquil que estas alla :)

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  2. La verdad es que la experiencia que se vive al ir a estos lugares, es realmente increíble. En este caso, Marxarslokk, con su puerto pesquero lleno de barquitos, que traen el pescado fresco al mercadillo que ponen cada Domingo, no tiene nombre.
    La experiencia de vivir lo que se siente al tirarse desde esos acantilados de St Peter's Pool, desde unos 6 metros de altura, se ha de probar, porque si no, te pierdes una gran ocasión de vivirlo, y bañarte después en ese mar azul turquesa y tranquilo, no tiene precio.
    Por todo ello, pongo un excelente a las fotos tomadas, a como está todo explicado y por supuesto, al haber tenido la suerte de tener una compañera de viaje que me llevase a este increíble lugar.

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    Respuestas
    1. Y leyendo tu comentario, me viene a la memoria aquella noche de madrugada en el Irlandés, la alarma sonando a las cinco de la mañana, el autobús con retraso, el Aeropuerto, el camino de regreso, el ascensor, tus flip-flops recién estrenadas, aquel primer día para ti en Malta que sería el inicio de tan hermoso viaje.

      Pequeños detalles que ahora son, grandes recuerdos.

      Fue un placer acogerte en casa, durante aquella semana.

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