Ningún otro lugar en Malta ofrece una visión tan fascinante de la Historia de este país como la Cottonera, nombre dado a la ciudad que surgió al unirse por motivos defensivos Cospicua, Vittoriosa y Senglea.
Qué sosiego se encuentra en este hermoso lugar, qué inolvidable paisaje recuerdan tus ojos, qué maravillosas puestas de sol he descubierto aquí.
Muchas han sido las veces que he recorrido estas tres ciudades durante mi estancia en Malta. Muchos, los momentos de tranquilidad y deleite que he vivido paseando por sus calles y rincones.
Conocida como la cuna de la historia maltesa por su estratégica posición, Vittoriosa se encuentra situada en un promontorio que se adentra en el Gran Puerto, frente a La Valletta. Al final de éste, imponente, se alza el Fuerte de San Ángelo, la fortificación más antigua de la isla. Fue ésta, la primera ciudad en que residieron los Caballeros de la Orden de San Juan.
Justo al lado de Vittoriosa, se encuentra Cospicua, enlavaba entre ésta y Senglea. De estas tres ciudades que forman uno de los rincones más impresionantes y hermosos de Malta, para mí Senglea, posee un encanto distinto, algo que la hace realmente especial.
Iglesia de San Lawrenz y monumento a la Libertad en Vittoriosa.
Iglesia de San Domingo.
Calle de Vittoriosa.
Iglesia de la Inmaculada Concepción en Cospicua.
Basílica de Senglea.
El Fuerte de San Elmo desde el paseo marítimo de Senglea.
Iglesia de San Lawrenz desde Senglea.
Bastión de Senglea.
Parque en el Fuerte San Miguel.
Torre de Vedette.
Vistas de La Valletta desde el Fuerte.
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