Aquella mañana fue la primera en que el cielo de Malta amaneció cubierto de nubes, de hecho aquel día, fue el primero en que vi llover después de un mes en este país.
Nos levantamos temprano y después de ir hasta Sliema como cada semana a pasar mi tarjeta como demandante de empleo, volvimos a casa para preparar las mochilas y tomar el ferry para visitar Gozo. En poco más de treinta minutos desde el norte de Malta, concretamente desde Cirkewwa, llegábamos a la segunda de las islas que forman el país.
Para que podáis haceros una idea de la grandiosidad de este lugar, le pedí a mi compañero de viaje que me tomara una foto desde lo alto de esta maravilla natural.
Nos levantamos temprano y después de ir hasta Sliema como cada semana a pasar mi tarjeta como demandante de empleo, volvimos a casa para preparar las mochilas y tomar el ferry para visitar Gozo. En poco más de treinta minutos desde el norte de Malta, concretamente desde Cirkewwa, llegábamos a la segunda de las islas que forman el país.
Tomando el ferry para llegar a Gozo.
Las primeras nubes después de un mes.
Llegada al puerto de Mgarr.
Después de esperar una hora para tomar el autobús, ya que desconocíamos que en esta parte de Malta el servicio funcionaba bastante peor, y tras comprar un nuevo billete ya que en Gozo son de distinto color, cosa que todavía no logro entender, pusimos rumbo a uno de los lugares más hermosos y sobrecogedores que he visto nunca, la Blue Window, situada al oeste de la isla.
Podrías permanecer eternamente en este lugar, disfrutando del precioso paisaje que la naturaleza te regala, una pequeña ventana, imponente, bañada por aguas de un azul inolvidable.
Blue Window.
El pequeño puntito marrón situado en el centro del arco, soy yo.
Éste ha sido sin duda, uno de los lugares que más me ha fascinado de Malta. Si alguna vez habéis estado ahí, sabéis de lo que hablo.
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