La vida es lo que hacemos de ella. Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos.

19 de junio de 2012

Mi nuevo hogar

     Tras llegar a Malta, lo primero que hicimos al encontrar el lugar adecuado tras equivocarnos de parada de autobús y arrastrar las maletas durante un buen rato, fue instalarnos tranquilamente en nuestro nuevo hogar.
     Nuestro piso se encontraba en una de las zonas, al menos para mí, más bonitas de Malta, concretamente en la ciudad de San Giljan, bañada por una bahía de aguas turquesas repleta de barcos de colores y situada en un lugar excepcional, cerca de la mayoría de lugares de interés del país.
     La mayor sorpresa al llegar, fue descubrir que aunque el edificio estaba situado al lado de un establo de caballos y de una pequeña granja, era relativamente moderno y disponía de ascensor, pues no sé cómo habría logrado subir la maleta hasta el quinto piso, de no haber sido así.


Llegada a nuestro nuevo hogar.


 

 
 
 Nuestra primera experiencia como cocineros en Malta.

     Encontré el piso en una página web de alquileres y me encantó desde la primera vez que lo vi, tanto por su ubicación como por su distribución. El hecho de tener la cocina y el comedor en el mismo lugar, separados tan sólo por un par de escalones, daba al apartamento la sensación de amplitud. Y lo más importante, tenía terraza.



Apartamento de nuestro vecino siciliano.

 Vistas desde la terraza.


     Al final del pasillo estaba nuestra habitación y justo a la izquierda, el cuarto de baño. Durante el primer mes, viví con mi compañero de viaje y compartimos habitación, repartiendo entre ambos lo mejor posible, el espacio disponible.

Nuestra habitación.

Distribución del baño.


Mi cama, la de la izquierda.


     Por motivos de trabajo mi compañero de viaje regresó a España por lo que reorganicé el piso por completo y mi habitación especialmente, instalándome mucho más cómodamente. Pocos días después vendría a visitarme un amigo, quien apareció para mi sorpresa, con paquetes envasados de jamón serrano pata negra y un cargamento de Voldammes.


 Toda la estantería, para mí.


 Junté las camas para poder dormir en diagonal.


Se acabó el reparto de estanterías y de perchas.



 Lugar estratégico para robar wifi con el portátil.

     Sinceramente, creo que fui realmente afortunada al encontrar un piso como éste, encantada estoy en él.


4 comentarios:

  1. Congratulaciones, si algún día se te ocurre viajar por el nuevo mundo, no olvides que tienes gente que abre las puertas... Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Después de dos meses viviendo en Malta, nuevas inquietudes han aparecido en mí, nuevos planes rondan mi mente, hay nuevas experiencias que quiero vivir.

      Cuánto enriquecen los viajes, cuánto se aprende viajando si se sabe ver.

      De nuevo, gracias por tu amabilidad.

      "The world is a book and those who do not travel, read only a page".

      Eliminar
  2. ¡Muy lindas fotos! e interesante experiencia, muchas gracias por compartirlas, te deseo lo mejor por siempre, sos una persona muy valiosa y eso no abunda, te mando un beso y muchos mates =), se vemos... Claudio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando un país es hermoso, fotografiarlo se torna una tarea harto sencilla. Malta, es sin duda, uno de esos países.

      Gracias por tus palabras.

      Eliminar

ir arriba