Recorriendo la Alhambra

     A la mañana siguiente teníamos entradas, que había reservado con antelación, para visitar la maravillosa Alhambra. Desayunamos y fuimos a la Plaza Santa Ana para coger un minibús, transporte característico de la ciudad, debido a sus estrechas calles con pendiente y empezamos nuestro recorrido en los jardines bajos del Generalife.

Llegada a la Alhambra.

Recorriendo los jardines bajos.

La Alhambra desde los jardines del Generalife, al fondo, el barrio del Albaicín.

     Los jardines bajos conducen hasta el Palacio del Generalife donde puede disfrutarse de este precioso edificio y de sus patios interiores. Subiendo unas escaleras se accede a los jardines altos, lugar idóneo donde relajarse envuelto en el sonido de sus fuentes y el aroma de sus flores, mientras se disfruta de unas vistas extraordinarias. Desde aquí, para llegar al recinto de la Alhambra, debe seguirse el Paseo de los Cipreses.

Alrededores del Palacio del Generalife.

Esperando para entrar en el Palacio, en el Patio del Descabalgamiento.

Patio de la Acequia con sus característicos surtidores cruzados.

Vistas de la Alhambra desde el Generalife.

Patio del Ciprés de la Sultana.

Vistas del barrio de Sacromonte desde el Generalife.

Escalera del Agua.

Jardines altos del Generalife.

Al fondo, el Mirador Romántico.

Vistas desde los jardines altos.

     Al final del Paseo de los Cipreses se llega al Secano de la Alhambra, que es la parte alta. En esta zona se pueden recorrer preciosos jardines y visitar las ruinas del Palacio de los Abencerrajes. Justo detrás, se encuentra el Partal, lugar que nosotros nos olvidamos, lamentablemente, de visitar.

Jardines del Secano.

Puerta de los Siete Suelos.

Ruinas del Palacio de los Abencerrajes.

Sierra Nevada desde los jardines.

     La Alhambra alta enlaza con la Calle Real, donde están emplazados todos los lugares de interés: el Palacio de Carlos V, la Iglesia de Santa María, los Palacios Nazaríes y la Alcazaba.

Patio interior del Hotel Parador de Granada.

Iglesia de Santa María.

Cúpula del Patio de los Leones desde la plaza de la Iglesia.

Palacio de Carlos V.

Puerta de acceso al Palacio.

Plaza interior del Palacio.

Interior de la Alcazaba.

Campana de la Torre de la Vela.

Barrio de Sacromonte visto desde la Alcazaba.

Barrio del Albaicín.

Sierra Nevada desde lo alto de la Alcazaba.

Descendiendo de la Torre.

     Entre la Alcazaba y el Palacio de Carlos V se encuentra la Puerta del Vino, que es la más antigua de la Alhambra. Y junto a ella, un pequeño sendero conduce hasta la salida de esta impresionante maravilla.

Puerta del Vino.

Puerta de la Justicia.

     Descendimos por la cuesta de Gomérez hasta la Plaza Santa Ana y paramos a comer. Empezó a llover repentinamente, así que decidimos ir al apartamento a descansar un rato. Por la noche, salimos a dar una vuelta y entramos en un local situado en el Paseo de los Tristes, donde puede degustar unos fantásticos mojitos, sinceramente, de los mejores que he provado nunca.

     Desde ese momento, el viaje tomaría otro rumbo, pero para mí sorpresa, sería una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida. Dicen, y así lo creo yo, que en Granada, todo es posible.