Girona posee el encanto de las grandes ciudades, pero sin multitudes. Lo primero que vemos al llegar, es la torre de la Catedral que se alza por encima de toda la ciudad.
Como cada año en primavera, la ciudad y especialmente su casco antiguo, multiplican su belleza transformándose en un magnífico jardín natural. Durante unos días calles, plazas, jardines, patios interiores y monumentos se cubren de flores.
Como cada año en primavera, la ciudad y especialmente su casco antiguo, multiplican su belleza transformándose en un magnífico jardín natural. Durante unos días calles, plazas, jardines, patios interiores y monumentos se cubren de flores.
Jardines de la Plaza Cataluña.
Casas colgantes desde el Puente de Piedra.
Escaleras de San Martí con la Iglesia al fondo.
Plaza de San Domingo.
Iglesia de San Domingo.
Torre de la Catedral.
Esta Catedral tiene la nave gótica más ancha del mundo.
Iglesia de San Feliu desde la Catedral.
Exposición de bonsáis.
De camino a la Iglesia de San Feliu.
Interior de la Iglesia.
Patio cerca de la Iglesia.
Dentro de los baños árabes.
Vistas desde la parte superior de los baños.
Capilla de San Pedro de Galligants.
Vistas desde la muralla.
Casas colgantes sobre el río Oñar.
Vistas desde el Puente de San Feliu.
Girona es una ciudad preciosa y todavía lo es más, en el tiempo de flores. Por eso, recomiendo visitarla especialmente, en ese momento.
MAYO 2012
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